El administrador general de la Autoridad Marítima de Panamá (AMP), Luis Roquebert y el director general de Puertos e Industrias Marítimas Auxiliares (DGPIMA), Max Florez encabezaron una inspección para verificar el cumplimiento de las normativas marítimas y portuarias en concesiones y empresas de servicios auxiliares.
El operativo que inició en la Calzada de Amador, ciudad de Panamá, y se realizó en colaboración con el Ministerio de Ambiente inspeccionará los servicios de lancha y el suministro de agua y combustible, entre otros.
Además de la revisión in situ, también se hizo un seguimiento aéreo, utilizando un dron para abarcar áreas menos visibles. “Estamos haciendo uso de la tecnología, para poder ver todos los barcos que están en las bahías y saber las condiciones físicas o estructurales en las que se encuentran”, indicó el administrador de la AMP.
En el operativo se conversó con los responsables de las instalaciones portuarias
y capitanes de las embarcaciones, verificándose el cumplimiento de las normativas marítimas y portuarias; así como el pago reglamentario al fondeo. “Estamos revisando que las naves tengan sus licencias de operación y demás documentación requerida por la AMP”, explicó Florez.
La AMP ejecuta un plan estratégico nacional para optimizar las operaciones portuarias y marítimas, fiscalizando las inversiones y seguimiento. Los operativos se continuarán realizándose de manera aleatoria ya nivel nacional. Con estas giras, la AMP y MiAmbiente refuerzan el compromiso de velar por el cumplimiento de las instalaciones portuarias y empresas de servicios marítimos auxiliares.
Luis Roquebert, Administrator General of the Panama Maritime Authority (PMA), and Max Florez, Director General of Ports and Ancillary Maritime Industries (DGPIMA), led an inspection to ensure compliance with maritime and port regulations across concessionaires and auxiliary service companies.
The operation, which began at the Amador Causeway in Panama City, is conducted in collaboration with the Ministry of the Environment (MiAmbiente). It includes inspections of services such as water and fuel supply as well as boat operations, among others.
In addition to on-site reviews, aerial surveillance was conducted using drones to monitor less accessible areas. “We are leveraging technology to observe all vessels in the bays and assess their physical and structural conditions,” stated Roquebert.
During the operation, the team engaged with port facility managers and ship captains to verify adherence to maritime and port regulations, including the payment of anchorage fees. “We are checking that vessels have valid operating licenses and all required documentation,” Florez explained.
The PMA is implementing a national strategic plan to optimize port and maritime operations through rigorous oversight of investments and compliance measures. These inspections will continue to be conducted randomly and at a national level.
Through these initiatives, the PMA and MiAmbiente reaffirm their commitment to ensuring that port facilities and auxiliary maritime service companies operate in full compliance with established regulations.